Fueron los antiguos griegos quienes crearon Antikythera, el primer ordenador analógico conocido. Desde entonces, el concepto de computación automatizada ha impregnado civilizaciones de todos los tiempos, estimulando la innovación y acercándonos al panorama de los datos y la informática de hoy en día. Ya en 1841, cuando se creó Dun & Bradstreet, existía la necesidad de documentar información importante en un solo lugar para respaldar las decisiones empresariales. Por supuesto, en ese momento, los datos se anotaban y analizaban en papel, pero hacer esa recopilación y síntesis más organizada y estandarizada fue un paso fundamental en la progresión del panorama digital actual. El alcance de estos primeros datos otorgó a muchas empresas la capacidad de adaptarse a situaciones críticas como la agitación política y los conflictos, un principio que ha seguido siendo una ventaja fundamental a lo largo de la evolución de los datos y la informática. Basta con mirar las carteras de algunas de las marcas más longevas para comprender cómo se han manifestado los resultados de los datos y la informática en nuestra sociedad. Entre estas empresas destaca IBM, que comenzó su andadura con los datos y la innovación en 1911 con las tarjetas perforadas y otras máquinas de ofimática. Desde entonces, los datos y la tecnología que han fomentado se han utilizado para innovar en el aterrizaje del Apolo en la luna, lanzar uno de los primeros ordenadores personales disponibles al mercado, así como crear Deep Blue -la primera “máquina” de ajedrez que ganó una partida contra un campeón humano- y ordenadores que podían manipular el lenguaje natural y el conocimiento, como Watson, que aparece en el programa de juegos “Jeopardy”. Estos sorprendentes avances son grandes ejemplos de la evolución y la revolución en que los datos y la automatización pueden ayudarnos a explorar nuevas fronteras y a reimaginar el papel de la colaboración entre e
Actualmente nos encontramos en un importante punto de inflexión entre lo que es posible y lo que no con los ordenadores y la automatización cuando se trata de la informática cuántica, una de las últimas innovaciones verdaderamente revolucionarias en el ámbito de los datos y la informática. Apenas estamos comenzando a comprender cuáles podrían ser las implicaciones de los ordenadores cuánticos estables y su disponibilidad general, un impacto que probablemente emergerá de maneras sorprendentes en los próximos años.
La informática cuántica permitirá a los ordenadores abordar nuevos tipos de problemas que eran intratables o abrumadores desde el punto de vista tecnológico. El cambio será probablemente tan drástico que esta entrada del blog se convertirá en una perspectiva histórica menor en un breve lapso de años. Es sencillamente demasiado difícil expresar con palabras la rapidez con la que se están desarrollando las aplicaciones de los nuevos datos y la informática. Pronto se resolverán problemas que hoy no tienen solución, seguramente surgirán nuevos retos y experimentaremos capacidades que hoy sólo son ciencia ficción.
La velocidad a la que surgen estas soluciones es la razón por la que la cuántica se considera una tecnología transformadora. También es la razón por la que IBM ha adoptado el impresionante enfoque de democratizar la informática cuántica, poniendo sus capacidades al alcance de muchos. IBM está desempeñando un papel fundamental en el impulso de un cambio social al que muchos deben dar forma y contribuir en los próximos años.
La tasa de aumento en la disponibilidad de datos, incluyendo el volumen y la velocidad de los cambios, ha planteado preguntas sobre cómo se supone que las empresas pueden seguir el ritmo de su análisis y toma de decisiones cuando un gran volumen de información fluye constantemente. Es cierto que dar sentido a los datos puede convertirse en una experiencia abrumadora. En realidad, la IA y otras formas de automatización son componentes importantes de una estrategia para seguir el ritmo del rápido cambio que sufre la información disponible para la toma de decisiones.
La pandemia es un excelente ejemplo de por qué es esencial digerir el consumo de grandes cantidades de datos con IA y atomatización. Al tratarse de una situación sin precedentes e imprevisible, los modelos de datos longitudinales existentes, basados en gran medida en la comprensión del pasado, no podían informar de forma fiable sobre las reacciones de las empresas en el contexto de un futuro altamente perturbado. Todos tuvimos que centrar nuestros esfuerzos en la generación de datos fiables lo más rápido posible para que las personas pudieran tomar decisiones en tiempo real, basadas en los acontecimientos actuales y del futuro cercano. Gracias a las importantes capacidades de la IA, como la detección de anomalías y la síntesis del lenguaje natural, los científicos de datos pudieron ayudar al mundo a comprender lo que estaba ocurriendo casi en tiempo real.
En última instancia, la IA es un componente esencial para la toma de decisiones empresariales. Sin embargo, eso no quiere decir que los humanos sean una parte redundante de los datos y la informática: las personas siempre tendrán un lugar en este proceso. Los seres humanos son vitales para proporcionar el pensamiento y la toma de decisiones impulsados por los hallazgos de los datos. Los humanos tienen ciertas ventajas que probablemente cobren cada vez más importancia, como la intuición, la empatía, el sentido artístico y la imaginación.
La dependencia permanente de los aportes y la acción humana en los datos y la informática implica preparar a los trabajadores con las habilidades necesarias para trabajar eficientemente con los cambios en la IA y la automatización. Las habilidades que han impulsado, hasta la fecha, el éxito de cualquiera ya no son suficientes. Las personas ahora tendrán que familiarizarse más con habilidades técnicas y otras capacidades más personales como el pensamiento crítico, la síntesis de la información y el cuestionamiento del sesgo y la veracidad.
La innovación siempre irá por delante de la regulación. Sin embargo, solo la combinación de ambas es precursora del éxito empresarial. Es imperativo que los innovadores trabajen con los reguladores, especialmente teniendo en cuenta los modos de evolución compleja que implica la intersección de datos y tecnología.
Las películas de ciencia ficción con finales apocalípticos han puesto de relieve los extremos aterradores de un mundo data-centric llevado demasiado lejos en la dirección equivocada, lo que ha creado una mayor conciencia pública sobre el posible mal uso de los datos y la tecnología. Estas visiones distópicas también han fomentado un mayor escrutinio de los datos y de las innovaciones informáticas a través de la normativa y, como resultado, se ha prestado mayor atención a la autenticidad, la ética y la procedencia. El futuro encierra tanto grandes oportunidades como riesgos ominosos. Debemos participar activamente en esa evolución.
Es importante no ver la regulación como un obstáculo, sino como un marco. Trabajar con una mirada atenta puesta no sólo en lo que se puede hacer, sino en lo que se debe hacer, es más bien una oportunidad desafiante, que hasta ahora ha estimulado muchas de las innovaciones que estamos viendo hoy y que seguiremos viendo en un futuro próximo.
Lo principal que hay que recordar al analizar la evolución de los datos y la informática es que no se puede subestimar la complejidad. Sin embargo, eso no significa que no se pueda aprovechar el cambio en beneficio propio, para seguir aprendiendo y enseñando. Para ello, se requiere una mentalidad humilde en la que las empresas estén dispuestas a aprender y a aportar sus conocimientos a la comunidad en general.